Yo me acuerdo del momento en el que llegué al filo del cerro Tres Reyes, en Bariloche. En realidad, lo que me acuerdo es el viento fuerte, las manos heladas y húmedas de nieve. Recuerdo la dificultad para trepar una roca muy grande, recuerdo lograr pasar y ver
ver la cordillera infinita a lo largo e inmensa a lo ancho, el viento que me tumba,
recuerdo sentir que casi no existo, que mi pequeñez es infinita a lo largo e inmensa a lo ancho,
como la cordillera,
que grande y abierta me da una lección,
infinita a lo largo e inmensa a lo ancho.
sábado, 29 de noviembre de 2008
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1 comentario:
Feliiiz estreno!!!
Qué lindo blooog! De a poco se va a ir sembrando! Ya te linkie!!!
Ahora esperemos que entre gente en mi blog!
Un besito.
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